
Esta vez llegué a Niceto, y no solo Miler ya había llegado... Ya había armado! Y eso me puso contento! Por primera vez no tuve que esperar, mensajear, perseguir, a mis músicos, y eso me puso contento. Posiblemente se vengan muchos más recitales con músicos, alternados con las presentaciones unipersonales de siempre.
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